sábado, 27 de diciembre de 2008




Volverán a escurrirse
aunque sea una vez más
los ríos por sus cauces,
por tu cauce
volveré a resbalarme
una vez más,
por tu desembocadura
resurgiré en tu estanque
al caer por la cascada,
y así
iluminaremos cada cielo,
ahogada en tus pupilas.

No hay luz
que cegue más
que la tuya cada mañana.
En alguna noche como esta
vas a ver la salida
de cada mentira, limpia,
y en un arrebato
voy a verte brillar
otra vez, en mis sedas.

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